Muchos fabricantes dudan en adoptar la automatización por temor a interrumpir sus operaciones. Sin embargo, la integración de la robótica en las líneas de producción suele ser menos disruptiva de lo imaginado gracias al diseño modular moderno.
Estaciones de trabajo modulares: Los robots de pulverización modernos se instalan con frecuencia como estaciones de trabajo autónomas que se pueden insertar en la línea existente entre las etapas de pretratamiento y curado.
Conectividad abierta: la alta apertura de la interfaz (a través de Ethernet IP, Profinet, etc.) garantiza que el controlador del robot pueda comunicarse sin problemas con los PLC de transportadores existentes y los sistemas de gestión de fábrica.
Optimización de la huella: la cinemática especializada (por ejemplo, estructuras más pequeñas y rígidas) a menudo permite que el robot opere en espacios reducidos donde no cabrían equipos más antiguos y de mayor tamaño.
Esta integración perfecta permite a las fábricas implementar la automatización gradualmente, minimizando el tiempo de inactividad y el riesgo.



















